diumenge, 21 de febrer del 2010


Y ya no está. Se fué. Adiós infelicidad.
Ya no golpea mis días esa pregunta. Ya no destruye mis ánimos ese martilleo.
Hacía meses que no me preguntaba por ello y se me había olvidado hasta el punto en el que me consideraba feliz. Cada día un poco más cerca, a pasitos, con miedo, sin ayuda... pero en el camino correcto por fin. Guiando mi vida hacia el lugar deseado, sin mirar esta vez atrás por tanto tiempo perdido, hoy hacia delante, queriendo comérmelo todo, si estás tu a mi lado.